miércoles, 19 de octubre de 2016

Waldhuter La Librería las mejores lecturas en el más bello lugar



Waldhuter La Librería es el resultado de la transferencia de la tradicional librería porteña Paidós del Fondo a Waldhuter. Además de conservar el equipo de libreros, en esta nueva etapa se resguardará el fondo y se acrecentará la oferta con un apreciado catálogo de pequeñas y medianas editoriales nacionales y de sellos internacionales independientes.
El 1º de noviembre abrirá sus puertas en Av. Santa Fe 1685 Waldhuter La Librería, una nueva apuesta de la distribuidora de libros homónima nacida en 1995, la cual se ha consolidado por su fondo editorial integrado por sellos independientes nacionales e internacionales (de España, México y Chile, mayormente) como un referente entre los bibliófilos en Argentina.
Waldhuter La Librería será un nuevo espacio y a la vez la continuidad de una librería tradicional de Buenos Aires: Paidós del Fondo, la cual será transferida y cuyo equipo de libreros especializados permanecerá en la nueva etapa. Los orígenes de esta librería se remontan a 1999, cuando la familia Bernstein, propietaria de la editorial Paidós hasta 1977  y desde 1972 dueña de la Librería Paidós Central del Libro Psicológico, adquiere la librería del Fondo de Cultura Económica de Santa Fe y Rodríguez Peña, la cual se convierte entonces en Librería Paidós del Fondo.
En un año en el que se considera en peligro la continuidad de la actividad librera, entre otros factores por el costo de los alquileres y los servicios, para Marcelo Bernstein, quien estuvo hasta ahora a cargo de Paidós del Fondo: “La muy buena noticia es que no hay un cierre, sino una continuidad. Desde hace 25 años que en este local alquilado de 300 m2 hay una librería. Este será su tercer ciclo: nació como Librería del Fondo, con un perfil vinculado a las ciencias sociales; continuó como Paidós del Fondo, cuando sumó mucho de psicología y psicoanálisis; y ahora será Waldhuter La Librería, enriquecida con mucha más variedad y oferta editorial”.
Según Alejandro Katz, quien era director del FCE en Argentina cuando se abrió la Librería del Fondo: “La librería nació orientada hacia los libros de calidad, hacia la literatura y el ensayo menos comerciales, intentando -y consiguiendo- hacer de la librería una referencia en el mundo ilustrado. La transferencia a Waldhuter garantiza la perduración de este clásico del ecosistema librero de Buenos Aires, que se ha mantenido a pesar de las crisis -del libro, de la lectura, del país-. Seguramente, ahora será adaptado a las necesidades de un público lector más informado y sofisticado, para hacer frente a un presente en el que el libro compite con una cantidad cada vez mayor de recursos de información, conocimiento y entretenimiento, y en el que el hábito de la lectura está, cuando menos, en fuerte mutación”.
En cuanto al desafío, para Gabriel Waldhuter, quien junto a su hermano Jorge está al frente de la empresa, se trata de sumar aún más bibliodiversidad: “Si bien Waldhuter como distribuidora es conocida por su apreciado catálogo de sellos importados, también distribuye editoriales nacionales. El balance debe ser la bibliodiversidad. De los pequeños sellos independientes internacionales que representamos, traemos una cantidad reducida de ejemplares en comparación con una edición argentina (si importamos 100, no competimos con una editorial nacional que imprime 1000). Tampoco importamos títulos que se producen en Argentina. Distinto es el importador de saldos o de industria gráfica. Nosotros le damos al lector novedades, no ediciones enteras que no funcionaron en otros países, que suelen comprarse a un dólar y venderse a diez. No es la idea del proyecto. Queremos que Waldhuter La Librería se convierta en un lugar de encuentro, en una librería única con sellos argentinos, latinoamericanos y españoles. En síntesis, que sea La Librería”.

                               

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